Ubicación Geográfica
Se ubican en la ribera del Saija, región de López de Micay, departamento del Cauca. También hay asentamientos en El Charco y Olaya Herrera, departamento de Nariño, río Naya, en el municipio de Buenaventura.
Población
Tradicionalmente los Eperara Siapidara son acogidos como parte de la etnia Emberá. Aunque por sus características socioculturales es posible identificarlos como una etnia aparte, la información sobre su población siempre está inmersa dentro de la globalidad de los Emberá. Por lo tanto, en la actualidad no es posible determinar cuántas personas componen la etnia.
Lengua
La lengua pertenece a la familia lingüística Chocó.
Cultura
Los Eperara Siapidara se han caracterizado por ser un grupo con un alto sentido religioso, aunque sus relaciones con otras etnias han permitido intercambios culturales que han producido transformaciones significativas. Buen ejemplo de ello está en el campo de la medicina; a pesar de que conservan su propios métodos, guiados por el guía espiritual y médico tradicional Jaibaná, hay una fuerte influencia de la medicina occidental.
Vivienda
Esta vivienda, conocida tradicionalmente como tambo, consiste en un armazón de madera de planta circular o rectangular, construida sobre pilotes a una altura de 1.50 o dos metros sobre el nivel del suelo, con techo cónico de hojas de palma. Se asciende por un madero al que se le hacen muescas a manera de peldaños. La mayoría de las veces los tambos no tienen paredes exteriores ni divisiones internas, el piso se hace de estrellitas de palma, sobre una base de tierra se construye el fogón y a su alrededor se desarrollan actividades cotidianas diurnas y nocturnas.
Se observa que cada vivienda está generalmente aislada, aun cuando en algunos casos se encuentran dos o tres tambos juntos, pertenecientes a miembros de la misma unidad doméstica. Están siempre localizados en la orilla de un río que sirve de vía de comunicación y lugar para actividades de aseo y recreación. El mobiliario doméstico se compone fundamentalmente de cestos, muy variados en materiales, formas y tamaños según sus funciones: pequeños bancos, repisas y otros objetos de madera y palmas, cortezas de árbol moldeadas para almacenar productos de cosecha o para descansar en las noches
Organización Socio-política
La estructura social Eperara Siapidara está basada en familias extensas - padres, hijos, cónyuges, nietos - en un sistema de parentesco que reconoce parientes tanto por línea paterna como materna. El conjunto de familiares de un individuo es de unos cuatro grados de consanguinidad, lo que constituye una parentela. No hay otro tipo de grupo como linajes o clanes. Según sus normas sociales, está prohibido unirse en matrimonio con algún miembro de la parentela o con alguna persona no indígena.
El control social interno está en manos del jefe de familia, por lo general el más anciano, quien orienta el lugar del asentamiento, asigna terrenos para los miembros de la familia y resuelve aquellos conflictos que son de su injerencia, pues los conflictos generados por delitos culturales los tratados por el respectivo cabildo.
En cuanto a la organización política, la figura del cacicazgo, fundamental para la organización en la antigüedad, comenzó a ser remplazada en los años ochentas por los cabildos locales y zonales, permitiéndoles a las comunidades exigir titulación de tierras, educación, salud, programas de producción y mecanismos legales para enfrentar los conflictos con actores externos que amenazan el territorio. Inicialmente surgieron los cabildos locales, cuyos miembros son elegidos por la comunidad, escogiéndose, por lo general, a personas jóvenes que saben leer y escribir; manejan la lengua española y que se destacan como líderes.
Empero, la dispersión y lejanía de dichos cabildos obligaron a promover los cabildos mayores, buscando cubrir varias comunidades. Aunque la figura del cabildo es esencial para las relaciones externas de la comunidad, en su interior su desarrollo depende altamente de las autoridades tradicionales para establecer formas de control social.
Sistema de Producción
Tradicionalmente los Eperara Siapidara han practicado una agricultura de selva tropical húmeda, itinerante, de parcelas de plátano, maíz y caña de azúcar. En épocas posteriores han incorporado otros productos como el arroz, o yuca y fríjol. La agricultura es complementada con caza y, en menor grado, con recolección de frutos. En las cercanías de las casas se tienen frutales diversos, de los cuales el más importante es el chontaduro; hay también papaya, guama, badea, bacao, caimito, árbol de pan y cítricos. La recolección se limita a unos pocos productos como la llamada michiraca, la nuez del árbol (castaña) y de la palma (táparo).
La recolección de miel y cera de abejas está casi abandonada. De los insectos sólo se consume una larva de coleóptero o mojojoi, que crece en táparo. Todos estos elementos son secundarios en el conjunto de la dieta Emberá.
El hombre Eperara Siapidara se ha autovalorado como cazador y pescador. La cacería es diurna e individual. Las presas más preciadas son los puercos salvajes o pecaríes, los venados, las guaguas y los ñeques o agutí. Entre las aves, sobresalen el pavón, la pava y las perdices. En cuanto a la pesca, el desarrollo del proyecto hidroeléctrico Urrá, que modificó la corriente de los principales ríos, trajo como consecuencia la "muerte" de esta importante actividad. En la actualidad las comunidades tratan de incorporar proyectos productivos en la materia.
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